Hay una tendencia en nuestra sociedad que está demasiado arraigada.
Y es que queremos agradar a todo el mundo, porque cuanto más buena persona sea, más me habré ganado el cielo.
Existe confusión entre servir y ayudar a los demás desde la grandeza y la abundancia a hacerlo por obligación o por ser reconocido y valorado.
Durante mi periodo en la escuela y en mi infancia, no recuerdo que nadie me enseñara a decir que no.
Al contrario. Para crecer siendo buena persona había que ser bondadoso, ayudar siempre que me lo pedían y dar las gracias sin entender que significaba y sin haberlo consultado conmigo, si me apetecía hacerlo o no.
Al hacerme mayor entendí que para conseguir las cosas, había que poner siempre buena cara, ser amable y dejarme la piel por los demás.
A día de hoy, me doy cuenta de que es una manipulación.
Si actúo haciendo el bien, los demás por reciprocidad actuarán haciendo el bien hacia mí.
¿Pero realmente estoy siendo honesto o estoy actuando por interés y con una demanda oculta?
Si yo te doy, si te digo que sí, mira que bueno que soy. Ahora te toca a ti.
Y el juego funciona hasta que encuentras a personas que no caen en la trampa.
Cuando hay otros seres humanos que tienen la capacidad de decirte que no.
Y en tu cabeza los tachas de malas personas y de egoístas.
¿Por qué es importante saber decir que no?
Estoy convencido de que hay muchos factores que te podría citar aquí.
Pero hay concretamente uno que es el que destaco por encima de todos.
La autenticidad.
Saber decir que no, te hace ser una persona con autenticidad, con seguridad, con valentía y con honestidad.
Y estar rodeado de personas así, tiene un valor incalculable.
Porque sabes que quién está a tu lado, te acompaña, te sirve y te ayuda desde el corazón y no por interés.
¿Está mal visto decir que no?
Siento que aún tenemos mucho por aprender.
Cuando recibimos un no, en ocasiones suele doler. Y más si viene de personas a las que amamos.
Creamos juicios de que son personas egoístas, que solo miran por ellas, que no merecen nuestra atención o dedicación.
En realidad lo que hacen es decirse que sí a ellas mismas.
Y aunque puede ser duro, hay que agradecer la sabiduría y la capacidad que tienen por hacerlo.
Además, con su ejemplo, nos enseñan a saber decir que no.
5 beneficios, de saber decir que NO, para tu salud
Tiempo para ti.
Cuando viví en Perú, estando de voluntario en una aldea para niños. Me llevé una gran enseñanza.
El mismo director que creó el proyecto, nos enseñó una herramienta muy sencilla.
Tuvimos que aprender a decir que no a los niños, aunque nuestra misión era servirles.
Ahora haz el siguiente ejercicio:
Pon una mano delante de tu cara.
En la parte interior escribe SI. Y en la parte exterior escribe NO.
Dile a la persona que tengas más cerca, que te pida algo. Y contéstale con la mano, enséñale la cara del sí o la cara del no, según lo que tú sientas.
Si le has mostrado sí, verás un no en tu dirección.
Si le has mostrado no, verás un si en tu dirección.
¿Qué significa esto?
Que debes tener claro de si lo quieres hacer o no, porque estás entregando tiempo de tu vida. Y el tiempo es limitado.
Por lo que si sientes que realmente no lo quieres hacer, no lo hagas. Está bien, es la otra persona quien tiene que hacerse cargo de su reacción y sus sentimientos.
Y si no lo hace, tienes una pista de que quizás no es la persona que más te conviene a tu lado.
Cuando te das tiempo a ti para hacer las cosas que realmente te gustan, en tu interior encuentras paz y felicidad.
Bienestar emocional
Saber decir que no, es sinónimo de madurez.
Esto influye positivamente en tu bienestar emocional.
Quedarte con tranquilidad aunque hayas dicho que no y seguir con tu vida es prácticamente un placer.
A sí que te invito a que observes cada vez que digas que no, como se siente tu cuerpo. Si hay tensión o bien hay expansión.
Además, observa también tus emociones. Te indicarán si realmente te sientes con satisfacción por haber dicho que no o si aún sientes incomodidad.
Sea lo que sea, es bueno seguir practicando hasta que se convierta en una buena costumbre y puedas decir...
"Cada vez que digo que no, porque realmente es lo que quiero decir, me siento bien".
Nuevas oportunidades
Algo que he aprendido en los últimos años y que recomiendo 100%, es ver que ocurre después de decir que no.
Para mí es una maravilla ver como después de decir que no a una petición de colaboración que no me termina de convencer, después de decir que no a una solicitud de una persona, para alguno de mis servicios, con la que no acabo de conectar. Va la vida y me regala una oportunidad increíble para decir que sí.
Siento que es pura magia.
Al haberme respetado con mis valores y con mis convicciones, el universo, me brinda una nueva oportunidad para servir con la que me siento a gusto, con la que quiero invertir mi tiempo y con la que disfruto.
Te animo a que lo hagas. Estoy seguro de que cuando te lleguen oportunidades afines a ti, no será tan difícil decir que no.
Quien responde de corazón, recibe recompensas.
Cuidado personal
¿Cuántas veces te han ofrecido una bebida, algo de comer o ver algo que no te apetecía?
Y ¿Cuántas veces has dicho que sí, sabiendo que no era lo mejor para ti?
Te confieso que lo he hecho bastantes veces.
Esto me ha enseñado a que hay veces que debo ser más firme conmigo mismo y si sé que no me va a sentar bien debo decir que no.
También me ha enseñado a que hay veces que debo ser flexible, aunque sepa que no es del todo para mí.
En ocasiones me he sorprendido y lo que pensaba que no era para mí, me ha terminado gustando.
Cuidar de ti mismo es muy importante. Nadie más lo puede hacer por ti.
Saber como hacerlo, solo te lo da la experiencia.
Respeta tu cuidado personal a diario.
Relaciones saludables
Una práctica que no me ha sido fácil, pero que me ha dado muy buenos resultados ha sido aprender a decir que no a las personas que amo y que son importantes para mí.
Poner límites tampoco me lo enseñaron de pequeño y he pagado las consecuencias.
A día de hoy es un regulador que me ayuda mucho.
Sé cuando tengo que poner el límite antes de que sea demasiado tarde.
Aunque suene muy frío, poner reglas en las relaciones desde el principio es una gran victoria.
También saber comunicar las necesidades, tener la capacidad de respetarlas y cambiarlas cuando sea oportuno, es muy necesario.
Por lo que decir que no a las personas más cercanas no debe hacerte sentir mal.
La gente que realmente quiera estar a tu lado, lo hará cuando digas que si y cuando digas que no.
Y es una gran fortuna rodearte de personas así.
Agradece que sepan aceptar cuando les digas que no.
Saber decir que no, no es nada fácil, nadie te lo enseña y además vivimos en una sociedad que suele castigarte por hacerlo.
Realmente como puedes ver marca una gran diferencia en tu vida y en tu salud.
Si te cuesta saber decir que no a tus malos hábitos, a una alimentación que te perjudica, a los trabajos o a tus relaciones...
Dale un vistazo a mi Plan Mutatio, te acompaño a crear nuevos hábitos en el ámbito que necesites de manera personalizada.
De esta manera tendrás una guía para saber cuando hay que decir que no o decir que sí desde el corazón y esto hará que tengas una vida más abundante, plena y feliz, que tanto te mereces.
Y si prefieres hacer una consulta específica sobre cuando hay que decir que no, tienes 30 minutos gratuitos para contarme lo que quieras. Estoy encantado de poder ayudarte.
Cuando digas que no, tendrás un sí en tu salud y en tu bienestar.
¡Gracias por leerme, un abrazo y hasta la próxima!
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